"Mi paz os dejo, mi paz os doy"
Con estas simples palabras un Mesias legaba al mundo uno de los secretos mas preciados para el ser humano: la paz interna.
-Busca tu enemigo y dale tu perdon.
-Busca al desvalido y ayudala a supearse
-Busca al que yerra y dale tu comprension
-Busca al que sufre y ofrecele tu consuelo
Y no olvides tambien en buscarte a ti mismo, de borrar tu pasado, de comenzar una nueva vida, de perdonarte todos tus errores como un ser en crecimiento.
Entonces ofrecete a ti mismo , en adoracion a ese ser supremo que te creo, con todo el amor puesto en ti.
Que la paz sea entre nosotros.
CUATRO PREPARACIONES
1. Toma actitudes correctas hacia la vida.
Resuelve los problemas que la vida te proporciona y
encontrarás que el resolverlos contribuye a tu crecimiento interno. Ayudar a
resolver problemas colectivos también contribuye a tu crecimiento, y estos
problemas nunca deben eludirse.
Ninguna vida puede ser armoniosa a menos que
creencia y práctica estén en armonía.
Puedes
comenzar a vivir de acuerdo con ella haciendo todas las cosas buenas hacia las
que te sientes motivado, dando a estas cosas prioridad en tu vida por encima de
las cosas superficiales que habitualmente ocupan las vidas humanas.
CUATRO RENUNCIAS
1.Renuncia a la voluntad propia.
Tú tienes, o es como si tuvieras, dos yos: el yo inferior, que generalmente te gobierna egoístamente, y el yo superior, que está presto a hacer de ti un glorioso instrumento. Debes subordinar el yo inferior, evitando hacer las cosas que no son buenas hacia las cuales te sientes motivado, no suprimiéndolas sino transformándolas, de manera que tu yo superior pueda tomar el control de tu vida.
2. Renuncia al sentimiento de separación.
Todos nosotros, en todo el mundo, somos células en el cuerpo de la humanidad. No estás separado de tus congéneres y no puedes encontrar armonía para ti solo. Puedes encontrar armonía solamente cuando te percatas de la unidad del todo y trabajas por el bien de todos.
3. Renuncia a los apegos.
Sólo cuando has renunciado a todos los apegos puedes ser realmente libre. Las cosas materiales están aquí para ser usadas, y cualquier cosa a la cual no puedas renunciar cuando haya rebasado su utilidad, te posee a ti. Sólo puedes vivir en armonía con tus semejantes si no sientes que los posees y, por tanto, no tratas de gobernar sus vidas.
4. Renuncia a todos los sentimientos negativos.
Trabaja por deshacerte de los sentimientos negativos. Si vives en el momento presente, que es realmente el único momento que tienes para vivir, tenderás a preocuparte menos. Si te das cuenta de que los que hacen acciones poco amables están psicológicamente enfermos, tus sentimientos de ira se convertirán en sentimientos de compasión. Si reconoces que todas tus heridas internas son causadas por tus propias acciones erróneas o tus propias reacciones equivocadas o tu propia inacción errónea, entonces dejarás de hacerte daño a ti mismo.
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